Usando el concepto de la isla infinita para pensar y re-pensar las similitudes, diferencias y posibilidades de las islas del Caribe, el Museo de Brooklyn tiene en exhibición hasta fines de enero una muestra de arte contemporáneo titulada Infinite Island. La exhibición incluye a artistas de diversos países, entre éstos, República Dominicana, Puerto Rico y Cuba.
El sábado 17 de noviembre tuve el placer de participar en una charla pública en el Museo junto a la profesora Sujatha Fernandes de Queens College y el artista puertorriqueño Miguel Luciano cuyo trabajo es parte de Infinite Island. Nos ubicaron a un extremo de la galería, justo al lado de la sección dedicada a la cultura popular, ya que esa tarde teníamos como encomienda hablar sobre las conexiones entre la música y la cultura popular en el Caribe. La conversación que se dio entre panelistas y público tocó importantes temas como: la relación de las islas hispanohablantes con el resto del Caribe, el rol de la industria musical en el desarrollo de la cultura popular, las identidades nacionales, la producción musical de las mujeres, y la cultura juvenil, entre muchos otros temas.
Las obras localizadas en esa sección de cultura popular se prestan para discutir variados temas, particularmente con niños y jóvenes. La serie Pure Plantainum de Miguel Luciano, por ejemplo, toca el tema del consumerismo y la estética blin-blinera del hip-hop y el reggaetón a través del símbolo cultural e histórico que es el plátano. Jorge Pineda explora la inocencia infantil y su opuesto en su serie de dibujos titulado Niñas locas. Por su parte, Quisqueya Henríquez contrapone estereotipos culturales y realidad en su serie Paraíso de la verdura.
Imagenes de la serie Paraíso de la verdura de Quisqueya Henríquez:
Imagen de la serie Pure Plantainum de Miguel Luciano:
Mientras recorría la galería, me fijé en una pareja que junto a sus niñas dibujaba plátanos frente a los plátanos platinados de Miguel Luciano. Mentalmente felicité a estos padres por proveerle a sus niñas esa tremenda oportunidad creativa y educativa. Miré a mi alrededor y vi escenas parecidas que se repetían a través de la galería. Y me alegré mucho.
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